Uno de los objetivos principales de la dieta es mantener estable y dentro de los rangos de normalidad los niveles de glucosa en sangre. Para lograrlo hay tres puntos básicos que quiero compartir con ustedes.
Primero, una vez iniciado el tratamiento, los alimentos que derivan en glucosa sanguínea pueden incluirse, pero deben ser aquellos almidones que además son fuente de fibra. Esto significa que contiene 3 g de fibra por cada 100 g de alimento o 1.5 g de fibra por cada 100 kcal.
Lo segundo, todo alimento fuente de carbohidrato debe consumirse lo más entero posible. Esto quiere decir que se tiene que evitar los licuados, extractos, purés o compotas porque el alimento pierde la fibra elevando más rápido la glucosa sanguínea.
Tercero, al incluir estos alimentos deben acompañarse de otro que sea fuente de proteína o grasa vegetal. Esto ayuda a que la glucosa tarde más en llegar a la sangre.