Tenía 12 años cuando tomó su primera en complicidad con su abuelo y, aunque no entendía aquel sabor amargo, reconoció en esa bebida algo mágico. La vena viene desde su tatara abuelo y se fue heredando generación tras generación. “A los 15 años comprendí aquella ciencia y supe que quería seguir la tradición de la familia, a pesar de que mi padre quería que sea diplomático”, recuerda sonriente Walter Pröetzel Reelitz, una eminencia de la cerveza en nuestro país, con más de 40 años de experiencia, y que ha llevado todo su conocimiento a las redes sociales. Tan solo en lo siguen más de 230 mil personas. Diario OJO tuvo la oportunidad de conversar con el carismático maestro cervecero, quien se animó a revelar varios secretos de su envidiada profesión.

Podría contarnos un poco su trayectoria como cervecero… Estudié el arte de la cervecería en Alemania, donde la mayoría de mis antepasados estudiaron. Posteriormente, trabajé ahí en dos cervecerías Hacker Pschorr y Löwenbräu y, además, he trabajado en 6 cervecerías en Perú, donde he aprendido no solo a disfrutar de un buen vaso de cerveza, sino también a descubrir aromas, sabores y colores. Hoy llevo una larga trayectoria en el rubro cervecero, trabajando en la protección y difusión del legado cervecero.

Normalmente, ¿qué cree la gente que hace un “maestro cervecero” y en qué consiste realmente este trabajo? Es probable que tenga uno de los trabajos más envidiado por muchos peruanos porque, por ejemplo, debido al trabajo debo consumir cerveza diariamente y probar las distintas variedades existentes. Sin embargo, mi rol es ser el guardián de la receta de la cerveza y el trabajo consiste en dar a conocer lo que es realmente una cerveza, hay mucha ciencia, historia y tradición detrás. Es un camino muy largo que se debe recorrer, mi tarea es invitar al público y, sobre todo, a los jóvenes adultos a no solo beber una cerveza, sino también tomarse el tiempo para analizarla y disfrutarla, buscando espacios de consumo responsable, maridando nuestras comidas y convirtiendo los buenos momentos en experiencias.

¿Cuáles son las curiosidades sobre este trabajo? Muchas. Entre ellas, por ejemplo, dar a conocer lo que es realmente la cerveza. Aprender a consumirla de manera responsable, a disfrutarla. Enseñar y difundir la complejidad de un proceso que, en su base, combina 4 materias primas (cebada malteada, agua, lúpulo, levadura). Además, soy parte de un equipo encargado de catar los nuevos líquidos, aportando recomendaciones para seguir mejorando. Esto hace de mi trabajo una herramienta para contribuir a la cultura cervecera del país, a aprender a encontrar espacios de consumo moderado y disfrutar la cerveza en su totalidad.

¿Es verdad lo de la “barriga cervecera”? Falso. Muchos estudios han señalado que bebidas de baja graduación alcohólica, como la cerveza u otras bebidas fermentadas, pueden estar incluidas dentro de una dieta, como la mediterránea. Siempre balanceando el consumo responsable con un estilo de vida saludable.

¿Qué otros mitos desmentiría de esta bebida? Que es igual tomarla en vaso o botella. La cerveza se disfruta mejor en un vaso o copa porque al servirla logras una descarbonatación natural, para ello es importante aplicar la técnica de servido de 45 grados. También es falso que engorde, tenemos que partir que la cerveza es un producto natural y como cualquier alimento tiene kilocalorías, una cerveza personal tiene solo 143. Lo que debes tener en cuenta es un buen régimen alimenticio y, como en todos los demás alimentos, tener un consumo responsable y medido.

Desde su perspectiva, ¿cómo ve el desarrollo de la cerveza en nuestro país? El Perú tiene una cultura cervecera sorprendente y el peruano es bastante cervecero, pero aún nos falta entenderla mejor, conocer los ingredientes y las materias primas. Tenemos más de 170 años elaborando cerveza en el Perú. La primera cerveza que se elaboró en el Perú data de 1869, la primera cerveza que ganó un premio en el Perú data de 1878 y, a partir de esa fecha, hemos ganado diversos premios a nivel internacional. Nuestras cervezas son muy apreciadas en todo el mundo. Perú no solamente es un destino turístico y gastronómico hoy, por ejemplo, tenemos la oportunidad de crear tours cerveceros en Cusco (Valle Sagrado), Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Huaraz y Puerto Maldonado.

¿Está cambiando el concepto de la cerveza en los consumidores? Los consumidores han aprendido que hay diferentes estilos de cerveza y una gran variedad sobre la cual pueden elegir. Hoy también existen diferentes ocasiones de consumo, la cerveza nos puede acompañar en una reunión, luego de un largo día de trabajo, para ver una película o durante una videollamada con algún amigo. Una parte importante de mi trabajo es educar y estoy enfocado en transmitir a las nuevas todos mis conocimientos sobre la elección de una buena cerveza. Por ejemplo, a través de e Instagram, donde ya suman más de 230.000 seguidores, me piden recomendaciones de los tipos de bebidas, la forma de servirlas, la temperatura correcta, su adecuado almacenamiento y, sobre todo, saber disfrutarla con responsabilidad y sin excesos.

¿Le gusta la cerveza artesanal? Por supuesto. Estoy a favor del desarrollo de una cultura cervecera en el Perú, pero nos falta mucho por educar al consumidor y darle a conocer los diferentes tipos de cerveza, para ello es importante que todas las micro, medianas y grandes empresas productoras sumen esfuerzos por darle solidez al sector y fomentar momentos de consumo responsable.

¿Siente que el consumo de cerveza artesanal es una moda o realmente hay disfrute en su sabor? La cerveza en el Perú ha evolucionado porque hoy se conocen diferentes estilos de cerveza, no es una moda, realmente hoy se disfrutan los diferentes aromas y sabores de la cerveza, tanto artesanal como industrial, acompañándola con una buena comida.

¿Qué datos de la cerveza considera muy importantes, pero la mayoría de las personas desconoce? Hay que entender que es una bebida rica en propiedades, por ejemplo, para los deportistas, la cerveza es muy buena por sus 4 materias primas: cebada malteada, agua, lúpulo, y levadura.

¿Cuáles dirías que son sus grandes influencias en su labor cervecera? Mi familia, de todas maneras. La vena viene de mi tatara abuelo, y fue así llegando de generación en generación. En mi caso, mi abuelo principalmente, a quien veía y me llevaba a las cervecerías y de quien aprendí el gusto y pasión por la cerveza. Tuve muchos maestros en Alemania y Perú, con esta experiencia me ha servido para aplicar esta teoría en la práctica, además de lo aprendido en la escuela y mi formación profesional. Actualmente, gracias a la posibilidad de comunicación en redes sociales tenemos contacto en todo el mundo con maestros cerveceros, conociendo los diferentes estilos de cerveza en el mundo.

¿Qué proyectos tiene ahora? Tenemos muchos proyectos y nuestro principal interés es el consumidor. Hacer una cerveza no es cosa de un día, toma tiempo evaluar los prototipos, hacer los análisis respectivos para poder seguir conociendo los gustos y preferencias de los consumidores. Además, continúo dando clases en una academia de preparación para maestros cerveceros, con lo que cada vez tengo más cercanía con las nuevas generaciones.

Si tuviera que completar esta frase, ¿con qué información la haría? La cerveza jamás se… Debería tomar helada ni ‘al polo’. La temperatura depende de los diferentes estilos de cerveza”.

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