No le gusta el pollo a la brasa

Por: Magaly Moro

magalymoro@grupoepensa.pe

Tatiana (32 años, Santa Anita). Doctora, quiero contarle mi caso porque sé que usted es buena consejera. Me siento triste porque no tengo suerte en el amor, siempre ocurre algo. Para que me entienda, le comento que la semana pasada me organizaron mis amigas una cita a ciegas con un muchacho. Me decían maravillas de él, y la verdad es que me gustó todo lo que me contaron; incluso, pensé que sería el indicado cuando vi su foto. Entonces, acepté conocerlo en persona.

El lugar del encuentro fue en un parque cerca de la Municipalidad de Santa Anita. Cuando lo vi, no se parecía mucho al de la foto, pero tenía un aire, así que me acerqué y me presenté. Él fue muy amable, estuvimos hablando por horas y nos dimos cuenta de que éramos compatibles, entonces se me ocurrió invitarlo a comer. Yo soy de las mujeres que piensa que nosotras también podemos pagar la cuenta, por eso le dije: “Vamos a comer pollo a la brasa, de paso celebramos el Día del Pollo, aunque sea atrasado”.

Él se puso a reír y yo pensé que había aceptado, pero Julián me respondió que no le gustaba la comida chatarra, que él prefería comer ensaladas y tomar agua mineral. Mi indignación fue grandísima, doctora, yo amo comer pollo a la brasa y no podría dejar de comerlo por nadie, y menos por un hombre. No obstante, siento pena porque es un buen chico y no sé si sea justo de mi parte alejarlo de mí por ese motivo. Doctora, ¿estoy perdiéndome la oportunidad de un hermoso romance? Mis amigas dicen que no debo perderlo. ¿Qué me aconseja usted?

OJO CONSEJO:

Querida, quizá sea el momento de empezar a comer un poco más sano, eso no te hará daño. Te aconsejo que lo intentes, no pierdes nada; al contrario, podrías ganar. 

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