Magaly Moro

Luis (29 años, Independencia). Señora Moro, desearía no contarle mi dilema porque lo más probable es que piense que soy una persona superficial; sin embargo, tengo la necesidad de compartir lo que siento con alguien para poder liberarme y a la vez tomar una buena decisión.

Hace un par de meses conocí a Mónica, una mujer que me atrajo por su forma de ser, dado que atractiva no es para nada. No obstante, yo soy un convencido de que una buena personalidad pesa más que cualquier belleza.

Apenas insinué mis intenciones, Mónica me correspondió y a lo largo de este tiempo me ha aceptado varias salidas. El problema es que, a medida de que la veía más y más seguido, notaba su pésimo gusto al momento de vestirse.

Resulta que en el lugar donde trabajamos usamos uniformes, por ello jamás caí en la cuenta de lo extrafalaria que era la chica de la que hablo en esta historia. Incluso, en una ocasión la invité a cenar a un lugar sofisticado y le di señales de que iríamos a un restaurante elegante. No sé si lo hizo por molestarme, pero se puso una blusa con lentejuelas tan pero tan ordinaria que parecía que iba a tocar en una orquesta. Apenas la vi, me sentí totalmente desanimado de salir con ella, pero no tuve otra alternativa.

Además, siempre quiere mostrar más de la cuenta. Me parece que es una mujer fuerte, empoderada e inteligente, pero sus looks la hacen ver vulgar, me avergüenzan, no me agradan. Tanto es su mal gusto por la moda que deseo alejarme de ella, pero no sé cómo. ¿Qué me aconseja?

OJO CONSEJO:

Estimado Luis, no deberías ser tan duro con Mónica, pues cada persona tiene gustos muy particulares, los cuales nos hacen diferentes. Definitivamente, le das demasiada importancia a aspectos que no lo merecen. Pero si realmente no puedes lidiar con la forma de vestir de esta joven, entonces sé sincero y aléjate. No la ilusiones más. También te recomiendo ser menos superficial. Suerte.