Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Nayeli, de 46 años, que vive en Chorrillos:

Doctora Moro, gracias por recibir mi caso. Estoy teniendo una crisis en mi hogar porque mi esposo decidió acoger a sus dos sobrinas mientras su hermana y su marido se iban de viaje por fin de año. Han pasado solo dos semanas, y las dos niñas están destruyendo mi casa. No las soporto.

Angie y Melanie son las sobrinas de Héctor. No las conocía pero ahora que sé cómo son no deseo tenerlas en mi casa nunca más. Doctora, han destrozado por completo mi nacimiento y tenía mucho valor sentimental porque tenía piezas que me regalaron mi madre y mi abuela.

La peor parte del asunto es que no puedo corregirlas ni decirles nada. Son malcriadas y contestonas. Cuando las regaño me dicen “tú no eres mi mamá y no te hago caso”. Estoy furiosa gran parte del día. Y aunque sea el colmo, ¡mi marido las consiente!

El otro día se pusieron a “jugar” con mis cosméticos y me rompieron una paleta de sombras que había comprado para usarla en año nuevo. Mis labiales están todos aplastados. Son unos pequeños demonios. He pensado seriamente en echarlas de mi casa y decirle a mi cuñada que las mande con otro pariente. No me las aguanto.

Cuando le sugerí a Héctor la idea de pedirle a su hermana que no nos arruine las fiestas con las dos niñas metidas en mi casa, enfureció. No me deja disciplinarlas, no quiere que se vayan, no es justo nada de esto. Es mi casa y tienen que respetarme. ¿Debería irme o quedarme aguantando esto?

CONSEJO

Estimada Nayeli, habla con tu marido seriamente. Una cosa es abusar de tu autoridad con las niñas y otra muy distinta es pedir que se respete tu hogar. Intenta contactarte con tu cuñada por teléfono para que hable con sus hijas y les pida que se comporten. Si no hay colaboración, pídele un espacio a Héctor y retírate del hogar para pasar fiestas con tu familia. Ánimos.

ESCRÍBEME TU CASO A

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