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El Gobierno peruano garantizó hoy que la Línea 2 del Metro de Lima, cuyas obras en ejecución están a cargo de un consorcio encabezado por las constructoras españolas FCC y ACS, soportará un terremoto de hasta magnitud 9 en la escala de Richter.
Los ministros de Transporte y Comunicaciones, José Gallardo, y de Vivienda y Construcción, Francisco Dumler, y la presidenta del Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositran), Patricia Benavente, rechazaron cualquier duda sobre una presunta rebaja de los índices de seguridad en la construcción.
Los ministros y la funcionaria negaron en conferencia de prensa las afirmaciones vertidas en días pasados por otras personas en medios de comunicación, entre ellos el exministro de Transportes Enrique Cornejo, quienes aseguraban que la Línea 2 se construye sin los estándares de resistencia sísmica adecuados.
El ministro José Gallardo manifestó su extrañeza por esos comentarios que aseguró "confunden a la opinión pública con la sensación de que se rebajan los estándares y que no se vela por la seguridad del público".
Por su parte, la presidenta de Ositran, Patricia Benavente, comentó que hasta ahora se aprobaron once de los 108 estudios definitivos de ingeniería previstos para realizar la obra y añadió que es falso afirmar que en algunos de ellos se haya rebajado las exigencias de seguridad planteadas cuando se licitó el proyecto.
La funcionaria resaltó que las estaciones de pasajeros se construyen bajo la normativa del reglamento nacional de edificaciones, mientras que el túnel se ejecuta bajo el estándar denominado eurocódigo, con el que se construyeron subterráneos en Chile y California (EE.UU.), sitios con alta incidencia sísmica.
Patricia Benavente añadió que tampoco es cierto que el consorcio concesionario de la obra haya realizado pedidos que no estén estipulados en el contrato suscrito con el Gobierno peruano y que supongan un incremento en el coste del la obra para el Estado.
El proyecto contempla la construcción de 35 estaciones a lo largo de un túnel de 35 kilómetros entre el Callao, la ciudad portuaria de Lima, y el municipio de Ate-Vitarte, en el este de la capital peruana, además de un ramal de la futura Línea 3, que llegará hasta el aeropuerto Jorge Chávez.
Hasta ahora se ha perforado un kilómetro del tramo 1-A, que abarca cinco estaciones desde el mercado mayorista del distrito de Santa Anita hasta la confluencia entre las avenidas Nicolás Ayllón y la vía de Evitamiento, también conocida como la carretera Panamericana.
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