Como he mencionado en otras columnas, el ayuno intermitente no es propiamente una dieta, sino un estilo de alimentación en el que se asegura que el cuerpo pase entre 14 a 18 horas de ayuno continuo cada día. Hay otras formas de horarios, pero esta es la que mejores resultados ha mostrado.

Mantenerse en ayuno significa privar al cuerpo durante ese tiempo de todo alimento o bebida que pueda aportar cualquier forma de nutriente que sume energía, de lo contrario se interrumpe el ayuno y también los beneficios. Es así que en ese periodo sólo se puede beber agua, infusión de hierbas o café sin azúcar o con algunos edulcorantes ya que varios incluyen maltodextrina, que aportan algo de energía. Bebidas como limonada, agua de piña de cebada etc., rompen el ayuno.

El ayuno intermitente no debe practicarse en gestantes, personas con trastornos de la conducta alimentaria, con diabetes, entre otros. Se han observado beneficios especialmente en pacientes con resistencia a la insulina.

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