Si repasan mis columnas anteriores recordarán que el uso de edulcorantes sin calorías se promovió como sustitutos del azúcar, debido a que las investigaciones de los Comités de Expertos de OMS identificaron que el alto consumo de azúcares era el mayor causante de obesidad y, como consecuencia, de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, etc.

Una de las medidas que tomó el Perú es la Ley de Alimentación Saludable para Niños y Adolescentes en la que se implementan los octógonos que indican cuando el alimento es alto en azúcar.

De manera que el azúcar añadida no es mejor que el edulcorante sin calorías y, en ambas opciones, hay límites de consumo. La OMS señala que dentro de una dieta saludable, el 10% de las calorías (adicional a la contenida en alimentos no procesados como la fruta) pueden provenir de azúcares libres, es decir añadida individualmente o incluida en alimentos procesados.

Mi recomendación es no exceder las 3 cucharaditas del azúcar añadida individualmente en el total del día.

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