Cada vez que voy al mercado encuentro envases y materiales diversos donde conservan los alimentos y las bebidas. Si son observadores notarán que el plástico, por ejemplo, en bolsas o recipientes de diferente rigidez es lo más común.
Seguramente los ves y piensas que una bolsa es sólo eso, un plástico como cualquier otro, sin embargo, estos materiales que se utilizan para los alimentos deben tener características especiales que los hace aptos para almacenar comida. De no serlo, los plásticos pueden desprender sustancias al alimento y consumirlos sin notarlo.
Los envases de grado alimenticio deben tener ese enunciado en la etiqueta, el grosor y rigidez nos muestra que tiene diferentes concentraciones de sus componentes y que deben estar dentro de los rangos permitidos. Es importante revisar que sean libres de BPA (Bisfenol A) y que resisten altas temperaturas.
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