Ya es tradicional celebrar la Pascua con huevos de chocolate. En la historia del Perú el chocolate ha estado muy presente, pero no para momentos de festejo, sino como alimento que servía de sostén en los periodos de ayuno religioso.
Desde 1787 el chocolate a la taza se elaboraba de licor de cacao, es decir pasta del puro grano sin la cáscara. Un cacao al 100% e intenso. Claro está que en ese tiempo, gracias a los españoles el azúcar estaba presente y hasta en un 50% en dicha preparación. En aquella época no se tenía los problemas de obesidad ni se conocían los efectos nocivos del azúcar en exceso, además, la dieta era más sana y la gente caminaba mucho más.
El chocolate a la taza preparado así resultaba ser efectivo para tolerar un ayuno total de, al menos, 8 horas gracias a la carga de energía que aportaba combinada con el efecto estimulante del cacao, hoy no apto para muchas personas.
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