El Perú cuenta con cerca de 350 variedades de ají, incluyendo el rocoto. Hablar de comida picante no es equivalente a hablar de comida condimentada; lo picante de una preparación está relacionada a un componente de los ajíes llamado capsaicina.
Comer mucho picante tiene su lado positivo y su lado negativo. Por ejemplo, la capsaicina de cualquier variedad de ají es capaz de incrementar el metabolismo y generar más calor en el cuerpo. Por otro lado, los estudios muestran que un consumo frecuente de ajíes, reduce el riesgo de muerte por toda causa, especialmente de enfermedades cardiovasculares y cáncer. También las investigaciones han demostrado la capacidad analgésica de la capsaicina para el manejo del dolor.
A pesar de esto, no todas las personas tienen la misma tolerancia. En condiciones de malestar digestivo como gastritis y reflujo, cualquier tipo de ají puede causar mayor irritación, así como en casos de hemorroides. En estas condiciones ají está desaconsejado.
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