Cada 16 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Alimentación, tiempo en que se reflexiona sobre el acceso a alimentos, la sostenibilidad y el desperdicio de comida.

En el 2015 se planteó como objetivo del desarrollo sostenible (ODS) hambre cero para el 2030; sin embargo, el número de personas que pasa hambre ha aumentado. Según las Naciones Unidas, unos 780 millones de personas en el mundo están padeciendo hambre; casi 50 millones de niños corren el riesgo de morir de emaciación grave. Aun así, la financiación para el llamamiento humanitario mundial de este año alcanza apenas el 32 %.

Nos encontramos en una crisis alimentaria mundial que alcanza al Perú, el cual padece de los factores que mantienen en el tiempo la falta de acceso a alimentos a pesar de ser un país con tanta riqueza agrícola. Estos factores que mantienen ese flagelo son los fenómenos climáticos, la desigualdad y la inestabilidad económica.