Como mencionaba en la columna anterior, la alimentación en este grupo etario es relevante para mantener la salud del bebé por nacer y de la adolescente. Aquí les comparto recomendaciones sobre la dieta.
Lo primero es tener en cuenta que de haber anemia es necesario recibir suplementación con hierro. De no tener anemia, reforzar la dieta con alimentos ricos en hierro al menos una vez por semana, por ejemplo, con 50 g de hígado, sangrecita o bazo.
Procurar dos veces al día una pieza de algún tipo de carne como pollo, cuy, cerdo, cordero, etc. para completar las proteínas. Además, incluir un huevo todos los días para reforzar el sistema inmune. Indistinto al peso, debe incluirse todos los días un plato generoso de ensalada con variedad de vegetales.
Además de semillas, consumir de forma interdiaria 30 g de nueces ricas en minerales así como palta y aceitunas que aportan aceites saludables. Los granos enteros son la mejor fuente de energía así como los tubérculos y las menestras. Es necesario incluir pescado graso tres veces por semana (no frito) para abastecerse de omega 3.