Los hornos microondas calientan o cocinan mediante la emisión de ondas electromagnéticas de alta frecuencia que generan fricción entre las moléculas de agua del propio alimento (física, no química) desde la parte más profunda hacia afuera. Este proceso se realiza a una velocidad 4 veces mayor reduciendo el tiempo y con menos agua.
Es importante saber utilizar los recipientes adecuados, tiempos y potencia del microondas, de eso depende que la textura del alimento quede bien.
La Organización Mundial de la Salud afirma que cocinar o calentar con el microondas es seguro; de momento, no hay estudios metodológicamente bien hechos que demuestren su relación con enfermedades oncológicas.
Sobre la pérdida de nutrientes se ha demostrado que es similar a la pérdida que ocurre en una cocina convencional (hornilla, horno a gas o eléctrica).
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