El inicio de un nuevo año es una oportunidad para reflexionar sobre nuestro estilo de vida y establecer metas significativas. Para que estos objetivos sean efectivos y sostenibles, es clave plantearlos con estrategia.

Primero, haz que tus metas sean específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con un plazo definido. Por ejemplo, en lugar de “comer mejor”, comprométete a “incluir dos porciones de frutas y verduras al día durante un mes”.

Empieza con pequeños pasos. Cambios graduales, como caminar 15 minutos diarios o beber más agua, se consolidan mejor que transformaciones drásticas. Además, lleva un registro de tus avances; esto te motiva y te ayuda a ajustar lo que no funciona.

Rodéate de apoyo. Comparte tus metas con familiares o amigos y busca aliados para mantener el compromiso. Recuerda que la clave está en disfrutar el proceso.

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