El yogurt es un subproducto de la leche que nace como un fermentado resultante de excedentes de este alimento. Es decir, no es otra cosa que una bebida fermentada por bacterias, por lo general, de tipo bífidobacterias y lactobacillus que, cuando llegan a la leche y a cierta temperatura, se alimentan del azúcar dando como resultado un semifluido denso y de sabor agrio. A esto le llamamos yogurt natural y puede elaborarse de manera industrial, casera o artesanal.
Cuando compramos un yogurt natural de calidad, debemos revisar los ingredientes y ver que solo contenga leche y cultivos lácteos (bacterias), algunos podrían incluir conservantes, pero no es lo ideal.
Los yogures saborizados (vainilla, frutas, etc.) suelen elaborarse con poco o nada de fruta y más bien sí con aditivos, añaden colorantes y azúcar. Desde el punto de vista nutricional, su calidad es menor. Si buscan un yogurt frutado, sería ideal utilizar el natural y agregar fruta fresca o mermelada casera.
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