Responderé esta interrogante frecuente desde varios enfoques ya que cada uno tiene un beneficio particular y, tal vez, alguna desventaja.
El tomate crudo aporta agua, fibra, vitamina C y vitamina A. Es ideal en las ensaladas y para acompañar otros alimentos vegetales que aportan hierro ya que su vitamina C ayuda a absorberlo.
La piel del tomate es una excelente fuente de fibra y requiere de lavarse bien para retirar cualquier basurilla de la cosecha o manipulación.
Los carotenos son un tipo de vitamina A que también está presente en el tomate, uno de los tantos que hay es el licopeno. Este componente tiene beneficios a la salud y uno de ellos es tener la capacidad de reducir el tiempo del crecimiento prostático. Para aprovechar el licopeno del tomate, tiene que estar cocido como, por ejemplo, en guisos o pasta. Son muy beneficiosos.
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