Qué tal.
El presidente del Congreso, Daniel Salaverry, está alejado temporalmente de Fuerza Popular, como todos sabemos.
Se entiende, entonces, que su reunión de hoy con el jefe del Estado, Martín Vizcarra, en Palacio de Gobierno, no fue comunicada a Keiko Fujimori, internada en el penal anexo de Mujeres, en Chorrillos.
Y lo decimos porque, recordemos, al alejarse de la tienda naranja, Salaverry alegó que lo hacía “para mantener la imparcialidad en el Parlamento”.
Esta imparcialidad, imaginamos, lo llevó a hablar con el mandatario, sin mayores tapujos, sobre temas presupuestales, como se informó.
Además, la ya famosa “Botica” ya fue desactivada completamente, según anunció Lourdes Alcorta, y no hay forma de que la jefa dé ordenes inmediatas desde la cárcel.
Por otro lado, antes de recibir la prisión preventiva de 36 meses a manos de Richard Concepción Carhuancho, Keiko demandó al Gobierno un diálogo de unidad, y prácticamente le pidió a Vizcarra empezar de cero.
La cita con Salaverry bien puede ir en ese sentido y no tendría nada que reclamar.
Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta el lunes.
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