En algunas situaciones, la inflamación puede salirse de control y durar más de lo necesario. Esto se llama inflamación crónica y los estudios la han relacionado con muchas enfermedades. Aquí te comparto lo que dice la ciencia sobre ciertas hierbas y especias que pueden combatir esta condición.
1. Incienso. Es una variedad de árbol originaria de India, Somalia, Etiopía y la Península Arábiga. El incienso es una resina extraída de los árboles con propiedades antiinflamatorias, antiartríticas y analgésicas. La resina de Boswellia se utiliza, actualmente, para tratar trastornos degenerativos e inflamatorios de las articulaciones. Un estudio mostró que una combinación de Boswellia y curcumina era más eficaz para tratar la osteoartritis que un fármaco sintético de uso común. Se recomienda el aceite esencial de incienso: 4 gotitas administradas tópicamente como masaje 3 veces al día.
2. Pimienta negra. El distintivo sabor de la pimienta negra proviene de la piperina. Incluso, en dosis bajas, se ha demostrado que la piperina reduce la inflamación. Puede inhibir la propagación del cáncer y se ha comprobado que suprime la percepción del dolor y los síntomas de la artritis. Agrégala fresca en las comidas.
3. Romero. En un estudio, mostró que posee uno de los efectos protectores más fuertes contra la inflamación y la oxidación. Las otras especias principales fueron la cúrcuma, el clavo y el jengibre. Los investigadores notaron que las cantidades administradas de cada hierba no eran más de lo que una persona comería normalmente en una sopa u otro plato.
4. Canela (Preferible la de Ceylán). Además de ser antiinflamatoria, tiene propiedades antioxidantes, antidiabéticas, antimicrobianas, anticancerígenas. Incluso, se ha descubierto que actúa contra trastornos neurológicos como las enfermedades de Parkinson y Alzheimer. Espolvoree en avena, yogurt o beba como infusión 2 ramitas de canela.
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