La emoción de Nochebuena y Navidad puede alterar los horarios de los niños, pero mantener cierto orden es clave para su bienestar. Aunque es un día especial, trata de conservar los horarios habituales de comida. Ofrece cenas tempranas y ligeras para evitar malestares estomacales durante la noche.

Si la celebración se extiende, planifica una merienda saludable antes de dormir, como fruta o yogurt, evitando alimentos con alto contenido de azúcar o cafeína. En cuanto al sueño, anticipa una posible desvelada. Permitir una siesta durante la tarde ayudará a los niños a estar más descansados para las festividades.

Establece un ambiente tranquilo antes de dormir, incluso si es más tarde de lo habitual. Un cuento o una actividad relajante ayudará a que concilien el sueño. Recuerda, la Navidad debe ser una experiencia alegre, pero también saludable para los pequeños.

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