Se ha armado un gran terremoto tras la condenable agresión cometida contra la presidenta Dina Boluarte en Ayacucho. Evidentemente se tienen que tomar acciones ante el relajo en la seguridad de la persona que, por el cargo que ocupa, debería ser la más resguardada del país. Se ha cambiado al jefe de la Policía Nacional y a la cabeza de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI). Sin embargo, sería saludable que así como se toman decisiones de forma sumaria cuando la seguridad de la mandataria se ve afectada, se haga lo mismo cuando se expone la integridad del ciudadano de a pie. Funcionario o policía que no trabaja bien y no garantiza el bienestar de los peruanos, tiene que irse a su casa. Estamos seguros de que así las autoridades tendrán más ganas de trabajar. General, coronel o comisario que no da resultados tiene que ser cambiado. Solo así se podrá avanzar para erradicar a las lacras que no nos dejan tranquilos con sus asesinatos, robos y extorsiones