La sandía es una fruta de verano muy recomendada por varios motivos. Por un lado, es accesible en cuanto a precio y bastante rendidora aunque lo más relevante, sin duda, es su aporte nutricional en esta estación.
Este fruto está constituido, principalmente, de agua por lo que contribuye significativamente con la hidratación. ¡Ojo! No reemplaza el agua que bebemos, sino que aporta líquido proveniente de los alimentos, que también suma. De hecho, adicional a los 6 a 8 vasos de líquido que se requiere, en promedio, para la hidratación, hay un 30% de líquido adicional que se obtiene de los alimentos, sobre todo frutas y verduras.
Asimismo, la sandía tiene azúcares de rápida absorción, conveniente luego de una caminata o chapuzón en el mar o piscina. Cada 100g de esta fruta aporta cerca de 1 cucharadita de azúcar, a pesar de ello, es baja en calorías (30 cal por cada 100g de pulpa).
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