Cuando encuentres frutas y verduras de color rojo como el pimiento, sandía, granada, pomelo rojo, guayaba roja o tomate, asume que contiene licopeno. Se trata de una forma de caroteno (vitamina A) de gran poder antioxidante y antiinflamatorio que, consumido de manera frecuente en la dieta (el cuerpo no es capaz de sinterizarlo), puede traer beneficios a la salud, sobre todo de la próstata.

El tomate es la principal fuente de licopeno, pero la forma de consumo influye en su biodisponibilidad, es decir la capacidad de ser asimilado por el cuerpo y beneficiarse del mismo. El tomate cocido o en zumo puede concentrar hasta 10 veces más licopeno que el tomate fresco.

Otro punto a considerar es que es mejor ingerir una porción diaria a consumir una alta cantidad en un solo día. Tanto el licopeno del tomate fresco, cocido o en zumo tiene efecto antioxidante y antiinflamatorio y, al ser una forma de vitamina A liposoluble, se aprovecha aún más al acompañarlo con grasa saludable como el aceite de oliva.

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