Cloruro de sodio es el nombre químico de la sal, y el sodio es básicamente el componente más asociado a los cambios en la presión arterial. Esto se debe a su capacidad de retención de líquidos generando el aumento del volumen de sangre y, por tanto, de la presión arterial.
La mujer gestante debe cuidar sobre manera el consumo de sal y controlar su peso. Recientes estudios muestran que la sal en exceso afecta uno de los mecanismos de protección en el cerebro, que impide que la presión arterial se eleve. La sal en exceso desregula este mecanismo, liberando en gran cantidad una hormona antidiurética llamada vasopresina, que causa el aumento de la presión arterial.
Desde la primera infancia hay que cuidar el consumo de sal. Es a partir del año que pueden consumir un poco de sal y en cantidad controlada.
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