Las frutas dulces y/o pulposas son las más temidas o prohibidas en pacientes con diabetes. Cuando la persona debuta con la enfermedad, esta restricción se puede cumplir, pero no solo con el mango, sino con las frutas en general.

Las 60 calorías que aporta el mango en 100 gramos de pulpa provienen, principalmente, de los 17 g de azúcar que contiene, que representa cerca de 3 cucharaditas. Aún así, en un paciente con diabetes controlada, hay maneras de incluir esta fruta de manera segura.

Media taza de mango acompañado de salvado de trigo, semillas de chía y/o yogurt descremado para retardar la llegada del azúcar a la sangre es una buena manera de disfrutar esta fruta.

Por otro lado, el mango es rico en vitamina C, cuando está maduro aporta 53 mg lo que representa un 88% de las dosis diaria recomendada (%DDR), mientras que el mango verde contiene 128 mg lo que equivale 213% de %DDR.

Si padece diabetes o prediabetes es muy importante acudir al nutricionista para aprender cómo combinar sus alimentos y cuál es el tamaño de ración adecuado para su caso.

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