Comer solo fruta y agua o restringir alimentos en 24 horas no es suficiente para entrar en un periodo de ayuno. Unas 4 horas después de comer recién el cuerpo absorbe los nutrientes y el tiempo que transcurre a partir de ese momento se considera periodo de ayuno.
Entrar en un estado de ayuno significa que frente a la no ingesta de energía, el cuerpo agotará sus reservas inmediatas y buscará formas metabólicas distintas para sostener sus funciones.
Durante las primeras horas de ayuno el cuerpo utiliza sus reservas de glucosa (de la sangre, hígado y músculos), pero luego de las 12 horas, su fuente de energía es a partir de la grasa. Esto favorecería la pérdida de peso y da un descanso digestivo, no obstante, también puede tener un impacto negativo en órganos como el cerebro o riñones, además de generar cuadros de hipoglicemia peligrosos si el ayuno es prolongado.
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