Niños "rugen" para salvar de la extinción al yaguareté, un hermoso felino americano

Más de 200 niños "rugieron" para salvar de la extinción al yaguareté, el tigre americano, y 16 perros que oficiaban como agentes aduaneros fueron jubilados este miércoles en Argentina, en el marco de los festejos por el Día del Animal.
En una concurrida plaza de la capital argentina, los niños imitaron al unísono el rugir del felino y terminaron de pintar 200 esculturas del artista plástico Javier Goldschtein del yaguareté, en peligro de extinción, según el Zoo de Buenos Aires.
Se estima que quedan menos de 200 ejemplares en el noreste de Argentina, debido a la pérdida de selva y bosque por la deforestación, el conflicto con animales domésticos y la caza ilegal.
Como prueba de la fama aguerrida del animal, su figura fue elegida para simbolizar la fortaleza del equipo nacional de rugby que tiene en el escudo de sus camisetas un yaguareté, aunque a los jugadores se los conoce como los Pumas.
En otra ceremonia conmemorativa del Día del Animal, 16 perros de la autoridad fiscal federal (AFIP), especialmente entrenados para detectar contrabando por ejemplo de droga o billetes de moneda extranjera, fueron jubilados luego de una larga vida de trabajo.
Los canes fueron subiendo de a uno a un estrado y, tras ser identificados por sus nombres, fueron condecorados con una cinta y una medalla por sus servicios.
El alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, también aprovechó la conmemoración para informar en la red social Facebook que el Zoo de Buenos Aires, fundado en 1875, será transformado en un centro ecológico dedicado a conservar, investigar y promover el cuidado de la naturaleza y la vida.
"Vamos hacia un Zoológico que deje de ser ese 'bazar de animales', como fue originalmente concebido en el pasado, para orientar toda su actividad a fomentar el respeto y el amor a la vida de los animales", escribió Macri, candidato a presidente para los comicios de octubre próximo.
El plan contempla el traslado de los animales exóticos a santuarios en distintas partes del mundo, para convivir en un hábitat más natural junto a otros animales de su especie.
La problemática de los animales encerrados en zoológicos fue puesta en el primer plano en el país sudamericano el año pasado por la situación que atravesaba Arturo, el último oso polar que queda en cautiverio en el país.
Las redes sociales canalizaron una masiva indignación porque el animal, cuyo hábitat son las bajas temperaturas del Polo norte, debía soportar el tórrido verano austral y era mojado con baldes para refrescarlo.
El viejo oso polar del Zoológico de Mendoza (oeste), de 29 años, iba a ser trasladado a Canadá, pero se desistió por temor a que no soporte el viaje en avión.