Las personas mayores de 60 años son consideradas adulto mayores, una etapa de la vida donde el proceso de envejecimiento se hace notar y ocasiona que algunas funciones del organismo estén disminuidas y haya cambios corporales que requieren de una adaptación en la alimentación.
En el adulto mayor la función del esfínter esofágico y del estómago está disminuida, la motilidad intestinal es menor, lo que conduce con frecuencia a estreñimiento. Esto amerita que su dieta produzca aporte de fibra suficiente y que los alimentos, en general, no demanden un arduo trabajo digestivo.
Incluir frutas y verduras que pueda masticar, por ejemplo, guindones, beterraga y compota de ciruela. Por otro lado, evitar frituras y preparaciones con mucha mezcla de ingredientes, grasas de origen animal o carnes rojas.
Es muy frecuente la aparición de intolerancia a la lactosa, por lo que se debe cambiar el tipo de leche. Asegurar una buena nutrición en esta etapa es fundamental para conservar las habilidades y funciones y amerita una asesoría nutricional.
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