No es necesario, tampoco, que bailes en forma desenfrenada, te comportes como una vedette o una coreógrafa enseñando pasos a sus alumnos. Trata de relucir lo que realmente eres, mostrándote segura, acompañando a tu pareja, dejando que entre ambos exista una interrelación. Procura que ambos sean uno al momento de estar envueltos por un contagiante compás. No es necesario ser una consumada bailarina. Simplemente, déjate llevar por la música, disfrútala y como te decimos, sácale el mayor provecho junto a él.