Magaly Moro

María (27 años, Callao). Señora Magaly, hace un par de meses conocí a un chico muy guapo en el gimnasio. Su nombre es Facundo. Me pareció muy atractivo ya que tenía un cuerpo fornido. Además, tenía un rostro muy bello con unos ojos azules que resaltaban.

Poco a poco comenzamos a tratarnos más hasta que quedamos en salir al cine. En esa oportunidad me di cuenta que también era muy divertido. Mi interés por Facundo fue creciendo más y más. En otra invitación al cine me di cuenta que yo no le era indiferente.

Hace casi un mes nos dimos nuestro primer beso. Fue muy apasionado. Sentí que era una invitación para algo más. Finalmente, acordamos tener una cita más íntima. Esperé ansiosa por esos momentos de gozo.

Llegado el día y cuando nos estábamos desvistiendo un olor desagradable invadió el ambiente. Ese hedor provenía de los pies de Facundo. Traté de pasarlo por alto, de tolerarlo, pero por más que traté de resistir, no pude continuar con los besos.

Dije: “¡no aguanto ese olor, es asqueroso, ya ni puedo respirar, por favor, cómo no te vas a lavar los pies!”.

Inmediatamente Facundo me pidió disculpas y me explicó que estaba llevando un tratamiento para acabar con ese hedor. Le respondí que entendía, que no se preocupara. Sin embargo, desde entonces ya no me parece guapo ni atractivo. Él insiste en seguir viéndonos, no sé cómo decirle que yo ya no quiero. ¿Qué puedo hacer?

OJO al consejo

Estimada María, si estás convencida de que ya no quieres seguir tratando a Facundo es mejor que lo evites. Te sugiero que no le digas el real motivo, ya que podrá ser humillante para él. Por otro lado, si su afección tiene solución, tal vez no debas apresurarte y esperar un poco. Facundo, por lo que cuentas, tiene varias y buenas cualidades. Piénsalo. Suerte.