Según ENDES del 2021, en Perú el 50.8% de mayores de 60 años tienen un alto riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Cuando hablamos de infarto o de angina de pecho se trata de un bloqueo u obstrucción del pasaje de sangre con oxígeno al corazón.
Cuando esto ocurre y el paciente está de alta, la dieta tiene objetivos claros: llegar a un peso ideal normal, que se mantenga en el tiempo, y reducir el trabajo cardiaco y las grasas que pueden promover una nueva acumulación en las arterias.
El primer paso es controlar el peso con la orientación profesional; después, disminuir los alimentos altos en grasa animal, los de baja calidad nutricional y reducir el consumo de sal. Asimismo, aminorar el trabajo cardiaco, que se logra con la pérdida de peso, pero también moderando la cantidad de alimento que se sirve en el plato y procurando que la actividad física se realice, al menos, 2 o 3 horas alejadas de las comidas.
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