Hay varias características que permiten concluir que una persona, indistintamente de la edad, padece de estreñimiento. Una de las señales es el número de veces que evacúa en una semana (4 veces o más es lo normal), otra es si luego de ir al baño se queda con la sensación de llenura, también si tiene necesidad de pujar para defecar o si no llega a lograr expulsar los desechos fecales.
Mantenerse estreñido no es bueno y debe buscarse la solución, según el problema. Se cree que la mayoría de casos es producto de una dieta pobre en fibra y en agua, pero considero que actualmente el sedentarismo es también uno de los factores que debemos tener en cuenta.
La dieta y el estreñimiento van de la mano y, desde la alimentación, lo primero que se debe hacer es incluir en la dieta diaria una cantidad generosa de ensalada (fresca o cocida), 2 unidades de fruta entera y 6 a 8 vasos de líquido (agua de preferencia). Si con esto no mejora, consumir alimentos como betarraga, guindones, pitahaya y ciruela. Si aún continúa con el estreñimiento, es importante que el nutricionista evalúe un complemento nutricional y/o derivar al gastroenterólogo.
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