La chía y linaza son dos semillas que tienen algunas características similares en cuanto a su aporte nutricional. Son muy buena fuente de , principalmente insoluble, ácidos grasos, omega 3 y otros aceites que suman energía.

Lo más relevante de estas semillas es su contenido de fibra insoluble. Si ustedes sumergen 1 cucharada de chía en algún líquido, incluyendo el yogurt, verán que pronto se forma una suerte de gel. Lo mismo sucede cuando ponemos a hervir la linaza, al enfriar el líquido toma una consistencia densa. Esto ocurre porque las fibras solubles de estas semillas actúan captando agua.

Cuando consumimos esta fibra el proceso de digestión atrapa el colesterol y lo elimina por las heces. Este colesterol se captura de la bilis y, si se consume junto a un alimento como carnes, también puede atrapar parte de su contenido y reducir su absorción. Si bien estas semillas dan este beneficio, es la dieta balanceada rica en verduras las que aseguran un balance y un mejor estado nutricional.

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