Adoptar una bolsa de tela es una acción sencilla, pero con un gran impacto ambiental, económico e, incluso, social. Conscientes de ello, en el 2018 Gabriela Marín junto a su entrañable amiga, Stefanía Guerra, decidieron fundar “Mama Qucha”, un emprendimiento enfocado en la realización decon diseños artísticos que, además, brinda trabajo a mujeres de centros penitenciarios como Santa Mónica, Anexo de Chorrillos y Virgen de Fátima. “Nuestros bolsos pueden ser usados más de dos mil veces, entonces, ahorras en comprar. Asimismo, tenemos otra línea de accesorios donde por cada producto se recicla un kilo de plástico”, detalla orgullosa Gabriela, quien añade que desde el año pasado cuentan con una tercera socia, Alana Linder.

PROTECTORAS DEL OCÉANO. A pesar de ser egresadas de la carrera de Administración, a Gabriela y Stefanía las unía un profundo deseo por contribuir a favor del medio ambiente, especialmente apoyando en la prevención de la contaminación del mar peruano, por eso eligieron el nombre “Mama Qucha”, un término en quechua que hace referencia a la diosa protectora del océano perteneciente a la cultura inca. “El primer prototipo de bolsa que elaboramos fue basado en dos factores: tuve la oportunidad de vivir en Indonesia y allá vi como las bolsas se doblaban y eran bastante compactas, y Stefanía también vio productos parecidos en China. Con esos dos conocimientos, mejoramos algunas cosas y lo trabajamos con telas impermeables, que era la tela más duradera que habíamos visto en Gamarra”, explica Gabriela.

SUEÑOS DESDE EL PENAL. Un año después, en febrero del 2019, decidieron asumir otro reto: transformar la vida de mujeres encarceladas permitiéndoles ser parte de su equipo, una idea inspirada en el trabajo de la marca de moda sostenible Estrafalario. Curiosamente, conocieron este emprendimiento en el Desafío Kunan 2018, al que acudieron como asistentes para potenciar su proyecto en base a las experiencias de otros negocios y tres años más tarde, en el 2021, fueron las ganadoras de este importante evento en la categoría “Impulsa Mujer”. Según nos cuentan, esta oportunidad les ha ayudado enormemente a mejorar sus propuestas comerciales y planeamiento financiero. Asimismo, les permitió llegar a nuevos clientes e incrementar sus ventas. Por ello, invitan a todas las emprendedoras a inscribirse en la nueva convocatoria que está abierta hasta el 30 de junio. Las interesadas pueden participar a través de .

ESTILO Y COMPROMISO. A la fecha, aparte de las bolsas plegables, también elaboran productos a partir de bolsas plásticas recicladas, como neceseres, billeteras, portalaptops, cartucheras y están próximas a desarrollar mochilas.

Me llamo Gabriela Marín

Tengo 31 años

Estudié: Administración de Empresas

Centro de Estudios: Universidad del Pacífico

Una frase que me gusta: “Cuando empiezas un emprendimiento social, tienes que enamorarte del problema que quieras resolver”.

A los que no se atreven a emprender les diría: “No es necesario empezar gigante, pueden empezar de chiquito”.

24 mil bolsas han vendido hasta la fecha. Este producto tiene un costo de S/30.

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