La sordera es la dificultad o la imposibilidad de usar el sentido del oído debido a una pérdida de la capacidad auditiva parcial, la cual puede existir por diversos motivos. En la siguiente nota le mostramos cuáles son estos factores que generan este estado.
Factores de riesgo:
Edad. Con el paso del tiempo las delicadas estructuras internas del oído se van degenerando.
Exposición a ruido fuerte. Los sonidos intensos pueden dañar las células del oído interno. Sucede por una exposición continuada (realizar un trabajo ruidoso sin la protección adecuada o la escucha continua de música a un volumen elevado) o como consecuencia de un sonido fuerte en un corto periodo de tiempo, como el disparo de una escopeta o la utilización de fuegos artificiales.
Factores hereditarios. La configuración genética puede hacer que una persona sea más susceptible al daño en el oído por sonidos fuertes o tenga un mayor deterioro por la edad.
Algunos medicamentos. Determinados medicamentos ejercen sobre el oído un efecto nocivo transitorio o definitivo. Los antibióticos de la familia de los amino glucósidos como pueden ser la estreptomicina o la quinina.
Algunas enfermedades. Algunas enfermedades infecciosas, como la meningitis o el sarampión, que causan fiebres altas, pueden dañar las células de la cóclea.
La exposición a un ruido excesivo, la ingesta de medicinas con efectos nocivos, problemas pre y perinatales, meningitis, paperas, sarampión, la presencia de cera y cuerpos extraños en el pabellón auditivo, son los motivos más frecuentes que originan este mal. Asimismo, el factor hereditario, una mala nutrición o traumas también pueden generar pérdida auditiva.