Por las páginas de diario OJO ha quedado marcada la historia de muchas jovencitas que soñaban con la fama y que luego la consiguieron en su trabajo, en el café teatro y la televisión. Amparo Brambilla y Susy Díaz forman parte de los 50 años del diario. De eso no cabe duda.
(FOTO) Épocas de oro de las vedettes más deseadas del país. Ambas figuras siempre serán recordadas por ser íconos del vedetismo peruano
(FOTO) El extinto y querido fotógrafo Jorge Vega fue quien las descubrió con su lente
“Recuerdo a mi gordito hermoso, Jorge Vega, quien me hacía las mejores fotos con mucho cariño y profesionalismo".
¿Alguna anécdota?
Cuando yo empecé era brutita para las poses. Solo me paraba de frente y sonreía. Pero él era muy detallista y me tenía paciencia para dirigirme”, sostiene.
Amparo, lograste ser una de las vedettes más importantes de la época de oro...
Yo creo que había para todos los gustos. Éramos tres las que estábamos en cartelera, Analí Cabrera, Gisela Valcárcel y yo. Tenías a la rubia, la morochita y la grandota.
Muchos te recuerdan como el mujerón. ¿Te molestaba eso?
No, agradezco muchísimo a la gente por su cariño y su respeto. Fácil es llegar, pero difícil mantenerse. Yo tengo en el medio bastantes años, pero a pesar de haberme retirado cierto tiempo del ambiente, la gente no ha sido ingrata conmigo. Al contrario, siempre hay un saludo bonito, con respeto y yo creo que eso es impagable para cualquier artista. Significa que tú has dejado huella. Valió la pena el esfuerzo y todo lo que pasó en esta carrera.
La verdaderas vedettes desaparecieron. Quisieron imitarlas pero no pudieron.
Ya no hay. Hay chicas que bailan muy bonito, son muy guapas, pero el término de vedette y todo lo que engloba ya no existe. Desde que se acabaron los café teatro, lamentablemente. Fue una etapa linda, tuve la suerte de poderla disfrutar en su mejor momento. Así como también en la TV con los programas cómicos. Me jacto de haber podido disfrutar de esas mejores épocas.
(FOTO) Su paso por el vedettismo la llevó hasta el Congreso
“Yo posaba en tanga y bikini con Jorge Vega, él era una persona respetuosa. En esos tiempos tenía bonito cuerpo, era chibola. No tenía ningún inconveniente en posar desnuda”, sostiene.
¿Te acuerdas de algunas poses clásicas?
Claro, las de espalda enseñando la otra cara, jajaja. Lo veía como algo natural.
¿Qué recuerdos de aquellas épocas del vedettismo?
Trabajaba en el teatro La gata caliente y al mismo tiempo era recepcionista en canal 5. Luego pasé a ser extra en los programas cómicos, fui vedette y poco a poco empecé haciendo shows.
¿A Susy Díaz le costó mucho ser vedette?
Mi mamá estaba en contra, ella me decía: “Te va a costar mucho poder casarte, y mira, ya tengo dos matrimonios. Ingresé al Congreso gracias al vedettismo, estudié canto, luego teatro. Me preparé para ser una artista completa en el escenario.
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