El dolor de los familiares se transformó en ira, pues durante la reconstrucción de los hechos, Miller Quispe Vilcapuma se perdía entre sus pensamientos, tras la muerte de su esposa de 19 años en Surco.
El joven no soportó que ella le pidiera el divorcio y terminó estrangulándola y no envenenándola como se dijo en un principio. Así lo reveló la necropsia que se le hizo al cadáver de la víctima.
El padre de la víctima señaló que en la comisaría de Surco no le aceptaron la denuncia por agresiones físicas que fue a poner su hija, mientras su madre dijo que el sujeto le jalaba de los cabellos.
Por si fuera poco, un mensaje en sus redes sociales del muchacho, presagiaba la tragedia que ocurrió horas después. También se conoce que le escribió a un familiar para que cuide a su hija.
MACABRO.
Eran las siete de la noche del domingo, cuando la madre de la víctima, Gladys Grados, fue a levantar a la pareja para que vayan a trabajar de amanecida en un restaurante, se encontró con una escena de terror: su hija estaba muerta con espuma en la boca y su yerno estaba inconsciente.
La familia de Naomi narró que la hija de tres años pudo correr el mismo final de su madre, pero por fortuna, la tarde del domingo, un familiar la llevó de paseo. “Mi nieta se salvó de ser envenenada. Él amenazada a mi hija”, dijo Gladys.
Quispe fue dado de alta del hospital Casimiro Ulloa después de un lavado gástrico, pero lo llevaron esposado a la Divincri de Surco. Durante su traslado, los deudos intentaron romper las lunas del vehículo policial para golpear al feminicida.
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