Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Mauricio, de 45 años, que vive en Ate:

Doctora, muchas gracias por escucharme. Le escribo por un problema constante con mi esposa que cada vez empeora más nuestra relación. Ella es muy perfeccionista y me regaña y me corrige como si fuera mi mamá. Me trata como si fuera un niño o un chiquillo cuando ya soy un hombre adulto.

Mi Mary es buena conmigo, cariñosa y cocina estupendamente bien. Hicimos clic a través de la comida. Todo lo que prepara le sale bien. Su problema es que es muy mandona y me riñe por todo. Que si no tapo la pasta de dientes, que si no doblo bien el pijama o si me quito los zapatos y no los guardo. Parece mi mamá, me hace enojar.

Lo que más quisiera es que Mary me dé mi espacio. ¿Es necesario hacer tanto drama? No pasa nada malo si los zapatos se quedan fuera de su lugar por un rato ni hay daños importantes si no doblo mi ropa a la perfección. Creo que se ha vuelto más exigente con el pasar de los años y no me siento cómodo en casa porque ella siempre tiene una crítica para mí.

He intentado pedirle que le baje un poquito a su actitud, le pedí que aprenda a llevar la vida con más soltura y pueda disfrutar los días sin estar al pendiente de los detalles más insignificantes, pero no me escucha. Mary dice que yo soy un desobligado incapaz de hacer lo más simple o que soy inmaduro solo porque no le hago caso. Sus palabras hieren. ¿Qué me aconseja para poder tener paz en nuestro hogar?

CONSEJO

Estimado Mauricio, tu esposa necesita espacio para relajarse. Si se muestra así de irritable es probable que se sienta muy sobrecargada y saturada por el trabajo de la casa. Habla con ella desde el amor y no desde el fastidio. Cuando las conversaciones importantes empiezan con un reclamo tienden a convertirse en peleas. Muéstrale preocupación por su estado de ánimo.

ESCRÍBEME TU CASO A 

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