Vino buscando un mejor futuro de su país natal Venezuela, pero terminó injustamente siendo acusada de pertenecer a una temible banda delincuencial, pero María José Díaz Ochoa pudo demostrar su inocencia.
Los bajaron del carro al saber que eran venezolanos, por su actitud contestataria, los policías le pusieron el apodo de la "loca" María. Nueve días quedó encerrada en la carceleta, tras declararse inocente.
Hace cinco meses, la graduada de administración, María José Díaz Ochoa llegó a Perú dejando a toda su familia en su natal Venezuela y tuvo que recursearse vendiendo de lo que sea para enviar dinero a sus seres queridos.
(FOTO) María José Díaz Ochoa con su familia en Venezuela
Todo parecía ir bien hasta la noche del 28 de Julio: "lo acompañé a un compatriota mío, quien se encuentra detenido a Chorrillos".
Nunca sospechó de su compatriota, pero su casa había sido allanado y María José había sido capturado por la policía junto a su amigo Thomas Alfonso López Infante (26) y su acompañante Deyfree Salazar Cabrera (22).
Había sido acusada de ser cabecilla de una banda, cuando solo acompañó a unos compatriotas que no sabía a qué se dedicaban.
"Fue traumatizante, porque estar encerrada entre cuatro paredes. Sin saber qué pasa o sin saber qué va a pasar conmigo. Yo pienso que si estoy libre se dieron cuenta que no tenía nada que ver con los hechos", declaró María José.
Ahora cuando la gente la ve le mencionan que la han visto en las noticias: "me da pena, risa, no sé qué sentir cuando salgo. De repente un empleador no me quiera dar empleo por eso".
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