La negligencia parental (falta de cuidados, protección y afecto hacia los hijos) causa un grado de estrés en los más pequeños de la casa.
Incluso, una separación de la madre por poco tiempo conduce a niveles elevados de cortisol en los niños, lo cual indica presencia de estrés.
Conoce los síntomas de este mal conocido como la “enfermedad del siglo XXI”: disminución del apetito y dolor de cabeza. Enuresis nueva o recurrente (moja la cama). Pesadillas y alteraciones del sueño, así como cambios de conducta. Ansiedad, preocupaciones, presencia de miedos nuevos o recurrentes y llanto excesivo.
Recomendaciones para atenuar el estrés: abracen a sus hijos, este acto los ayuda a relajarse, acrecienta la autoestima y brinda seguridad.
También puede preguntarle cómo se siente, es importante que sepa que sus padres están dispuestos a escucharlo.
Elogie sus buenas acciones.
Salgan juntos a pasear en bicicleta o a correr. El ejercicio físico activa las endorfinas, hormonas que bloquean el estrés.
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