Recordemos que la diabetes es una enfermedad crónica no contagiosa y que necesita disciplina en la toma de medicamento, control médico y mucho entrenamiento para saber elegir y combinar alimentos.
En la medida que la persona con diabetes mantenga disciplina en estos tres aspectos, los postres con ciertas características nutricionales, pueden incluirse con moderación.
Estos postres deben contener un buen aporte de fibra al incluir, por ejemplo, semillas como linaza, chía, girasol. Puede ser endulzado con edulcorantes naturales como el fruto del monje y sin exagerar en su nivel de dulzor. Puede contener cacao, lácteos, bebida vegetal y granos enteros en pequeña cantidad como avena en hojuelas o quinua entera.
Lo que no debería contener es azúcares añadidos como miel, algarrobina, azúcar, panela que no es lo mismo que añadir frutas frescas o mínimamente procesadas de manera artesanal.
Los postres son también parte de la dieta y como tal deben sumar a nuestra salud.