A pesar de que nuestro cuerpo no es capaz de digerir y absorber la fibra de los alimentos, esta es parte de nuestro requerimiento nutricional diario.

Recomendamos un consumo de 25 a 35 g de fibra al día. Dicha fibra tiene efectos específicos en nuestro cuerpo.

La fibra soluble presente, por ejemplo, en linaza permite que el estómago se vacíe más lento. También atrapa el colesterol y lo elimina en la digestión.

La fibra insoluble, por ejemplo, de salvado previene el estreñimiento y limpia el colon. Mientras que la fibra prebiótica alimenta a las bacterias que nos protegen de las infecciones.

Alimentos como “Fluye” cuenta con los tres tipos de fibra completando lo que necesitas.