Nuestros huesos están en constante renovación, tenemos hormonas, nutrientes y estímulos que permiten diariamente su formación y, al mismo tiempo, la pérdida de hueso o masa ósea.
Esto ocurre en un sano equilibrio desde el nacimiento hasta la llegada del climaterio, tiempo en que la pérdida de hueso es mayor a lo que se forma debido, en gran parte, a la alteración hormonal en la mujer, pero también influenciado por factores genéticos, medicamentosos o enfermedades adicionales.
Dos años después de la menopausia, las mujeres deben realizarse un estudio de densitometría ósea para descartar osteoporosis. Cuando se diagnostica, el tratamiento se basa en la suplementación de calcio y vitamina D y, posiblemente, un fijador de calcio adicional.
Además, es necesario practicar ejercicio físico regularmente, Lo ideal son los deportes de contacto, sin embargo, si la edad no lo permite, caminar ayuda.
La ingesta de calcio y vitamina D, proveniente de alimentos, a lo largo de la vida es básico para la prevención.
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