La deficiencia de zinc en humanos se describió por primera vez hacia el año 1961, cuando se observó “enanismo nutricional en adolescentes” por mantener una dieta que no permitía la absorción de este nutriente. Este tipo de dieta se caracterizaba por ser muy rica en fitatos, por un alto consumo de menestras y granos, pero muy pobre en cárnicos.

Esto no significa que comer menestras o granos enteros cause deficiencia, estos alimentos pueden incluirse a diario en la dieta, incluso pueden reemplazar al arroz. Pero lo que debemos hacer es tener un consumo moderado de buenas fuentes de zinc como pescados, mariscos, carnes en general, y reducir fitatos del alimento (granos o menestras) mediante el remojo prolongado previo a la cocción. Este proceso puede darse entre 6 y 18 horas, idealmente 12.

Recordemos que la deficiencia de zinc puede causar deterioro de crecimiento y desarrollo en niños, complicaciones en el embarazo y disminución del sistema inmune.

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