Las frutas poseen dos tipos de constituyentes, aquellos que son nutrientes y los que son componentes químicos naturales (útiles o no útiles) para el cuerpo.
Sobre los nutrientes, las frutas son fuente de vitaminas y minerales que varían entre las especies, asimismo son fuentes importantes de fibra, algunas tienen carbohidratos resistentes que se comportan en el cuerpo como fibras y azúcares que pueden ser fructosa, sacarosa o glucosa.
La fructosa y la glucosa son los azúcares más simples y, cuando estas dos se encuentran naturalmente unidas, forman la sacarosa que es lo mismo que el azúcar de mesa. De manera que las frutas son también buena fuente de azúcares.
La fructosa es la que suele predominar en las frutas y tiene la ventaja que tarda un poco más en llegar a la sangre que la glucosa, pero ambas, así como la sacarosa, aportan calorías y son fuente de energía. La ventaja en el caso de la fruta entera es que estos azúcares están encapsulados entre la fibra por lo que su efecto en el cuerpo es distinto a si comiéramos azúcar añadida o la miel misma.
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