Los seres humanos nacemos con cien mil millones de neuronas poco conectadas entre sí. A medida que vamos creciendo, especialmente durante los dos primeros años de vida, estas neuronas se conectan cada vez más formando una red que permite desarrollar capacidades de movimiento y pensamiento, entre otras funciones.
Está demostrado que uno de los nutrientes que se requiere para dichas conexiones es el ácido graso omega 3, un tipo de grasa poliinsaturada presente en muy pocos alimentos y que, además, es necesario para tener una buena visión o mantener saludable la piel, pero que nuestro cuerpo no es capaz de fabricarlo de manera suficiente. Por ello, debemos buscarlo de los alimentos fuente.
La mejor fuente de este nutriente es el pescado graso como el jurel, la anchoveta, el bonito y la caballa. También los mariscos y las algas marinas. Necesitamos consumir este alimento de 2 a 3 veces por semana para cubrir las necesidades requeridas.
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