Consumir 5 gramos de grasa trans (AGT) al día está asociado con un 25% de riesgo de trastornos cardiovasculares como el infarto al miocardio, pues los AGT tienen la capacidad de reducir el colesterol bueno (HDL) y elevar el malo (LDL).
La grasa trans se forma cuando los aceites líquidos son transformados en grasas sólidas o semisólidas mediante un proceso industrial denominado hidrogenación, donde al aceite insaturado se le insufla moléculas de hidrógeno para obtener un aceite más estable y menos perecible.
Este tipo de grasa la obtenemos de varios alimentos elaborados con aceite vegetal hidrogenado o parcialmente hidrogenado (lea las etiquetas del alimento), como las galletas dulces y saladas, margarinas, cereales para niños. También las frituras con aceite hidrogenado como los chifles, papas y camotes de los snacks, al igual que las papas que acompañan el pollo a la brasa.
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