Larissa Foreman es una mujer estadounidense que fue condenada en 2008 a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional por el crimen de su ex esposo, Timothy Schuster, a quien disolvió en ácido clorhídrico. Según explicó, cometió el macabro crimen porque no quería compartir su riqueza con su entonces marido.
Larissa nació en enero de 1960 y creció en una granja de Clarence, Misuri. En su juventud, estudió bioquímica en la Universidad de Universidad de Misuri. Mientras trabajaba en un hogar de ancianos, conoció a Timothy Schuster, quien asistía a la escuela de enfermería en aquel entonces. Poco tiempo después, se volvieron novios.
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En 1982, la pareja se casó. Tuvieron una hija, Kristin, en 1985, seguida de un hijo, Tyler. En 1989, la familia se mudó a Fresno, en el estado de California, donde Larissa consiguió empleo en un laboratorio de investigación agrícola. Más tarde, abrió Central California Research Labs, su propio laboratorio. Con el tiempo, pudieron mudarse a una casa más grande en la ciudad de Clovis. Para 2001, Foreman ganaba el doble del salario anual de Tim.
Para mediados de 2001, el matrimonio se había deteriorado, sobre todo por las grandes diferencias en cuanto a los ingresos económicos. En febrero de 2002, Larissa solicitó el divorcio. La pareja se enfrentó legalmente por la custodia de Tyler y la división de sus bienes conjuntos, lo que enfureció a la mujer puesto que ella no veía justo que él se llevara parte de lo que ella había ganado con tanto esfuerzo.
Desde entonces, el clima al interior de la vivienda era tenso. Intentaron resolver sus diferencias viviendo en distintos ambientes, pero a pesar de que habían varios metros de sobra, Larissa nunca estuvo de acuerdo. Ella sentía que su marido era “una ameba” que solo buscaba sacar provecho del éxito que ella había conseguido.
Durante las negociaciones por el divorcio, Timothy pidió un millón de dólares. Además, el hombre decidió mudarse a un condominio y, aprovechando que ella había salido de viaje por trabajo, se llevó unos muebles de su antigua casa. Larissa estalló. El odio hacia su expareja crecía con el pasar de los días e incluso, durante una conversación con una compañera de trabajo, dijo: “Bueno, lo quiero muerto. No entiendes. Podría hacerlo y salirme con la mía”. Sus palabras fueron tomadas a modo de broma. Nadie veía venir lo que estaba por suceder.
La mañana del 10 de julio de 2003, Timothy debía reunirse con un compañero de trabajo, pero nunca llegó a la cita. Sus conocidos denunciaron su desaparición y su esposa se convirtió en la principal sospechosa. Llegó a ser entrevistada por el Departamento de Policía de Clovis, pero no fue acusada. A pesar de la desaparición de Timothy, Larissa y su hijo se fueron de vacaciones a Disney World y luego a visitar a unos familiares en Misuri. Mientras tanto, la policía interrogó a James Fagone, uno de los compañeros de trabajo de Larissa, sin imaginar que iba a revelar información importante sobre la investigación.
Durante su interrogatorio, Fagone reveló que él y Larissa Schuster eran responsables de la desaparición y asesinato de Timothy Schuster. El joven, un estudiante brillante de 21 años y colaborador en el laboratorio de la mujer, admitió que, la noche del 9 de julio de 2003, él y Larissa sacaron a Tim de su casa con engaños. Tras abrir la puerta, Fagone le disparó al hombre con una pistola paralizante. Se desplomó y Larissa puso en su rostro trapos con cloroformo. Lo pusieron en el auto y lo llevaron a casa de Foreman. En el lugar, lo ataron de pies y manos y, estando inconsciente, lo introdujeron en un barril azul con capacidad para 208 litros. Larissa empezó a verter dentro el ácido clorhídrico.
Como su cuerpo no entraba en el recipiente, Larissa tomó un serrucho y le cortó los pies. En consecuencia, fue arrestada por asesinato en primer grado.
Durante el juicio de James Fagone, llevado a cabo en noviembre de 2006, el joven suplicó piedad por parte del jurado, alegando que solo actuó como cómplice y que la mente maestra del asesinato era Larissa. Aunque fue absuelto de secuestro, fue declarado culpable de asesinato en primer grado y condenado a cadena perpetua sin libertad condicional.
Durante el juicio de Larissa, llevado a cabo el 22 de octubre de 2007, cuatro años después de que fuera acusada, la mujer testificó que no tenía conocimiento previo del asesinato y que James Fagone era el verdadero asesino de Tim Schuster. También sostuvo que la razón de las grandes cantidades de productos químicos en su laboratorio no era para el asesinato de Timothy Schuster, sino para una limpieza en su laboratorio. Su testimonio no influyó en el jurado y fue declarada culpable de asesinato en primer grado. El 16 de mayo de 2008, Larissa Schuster fue condenada a cadena perpetua sin libertad condicional.
Kristin, hija de “La Dama del Ácido”, como la apodaron algunos medios de comunicación, dijo durante la audiencia de sentencia de su madre: “Has renunciado a todos tus derechos como madre , esposa, hija, amiga y mujer. Eres una desgracia para esta familia, una excusa lamentable para un ser humano. Rezo para que seas acechada de noche por la mirada y el sonido de mi padre luchando por sus últimos momentos de vida en este mundo. Espero que te des vuelta y tengas horribles pesadillas al visualizar el horrible acto de violencia que has cometido”.
El asesinato de Timothy Schuster apareció en producciones como Snapped y Dateline NBC en 2009, Deadly Women en 2011, Sins and Secrets en 2012, Deadly Wives en 2013, How (Not) to Kill Your Husband en 2014, It Takes A Killer in 2016 y Killer Mysteries en 2019.
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