Horace Roberts pasó 20 años en la cárcel tras ser hallado culpable de Terry Yvette Cheek, su amante. Sin embargo, el Proyecto de Inocencia de California () describió que este hombre era inocente y encontró a los verdaderos asesinos, por lo que recuperó su libertad hace una semana.

Todo comenzó en abril de 1998, cuando la Policía de California encontró el cuerpo de Terry en una carretera de Riverside, en California. Junto al cadáver se halló la camioneta de Horace Roberts y un reloj de pulsera que aparentemente también era suyo.

(FOTO) Terry Yvette Cheek, la víctima.

Roberts fue juzgado tres veces y finalmente encontrado culpable del asesinado en 1999. Han pasado 20 años y el caso dio un giro cuando el Proyecto de Inocencia de California descubrió que el reloj de pulsera ni siquiera era del hombre y que este contenía ADN de otra persona.

Tras realizar investigaciones, los fiscales encontraron pruebas contra Googie Harris y Joaquín Leal, esposo y sobrino de la víctima, respectivamente.

Las autoridades revelaron que Googie habría asesinado a su esposa por su "aventura" con Roberts y habría tendido una trampa para no ser hallado culpable.

Cuando llegó al lugar el día del asesinato, este hombre habría estrangulado a la mujer con ayuda de su sobrino u luego llevó el cadáver cerca a la camioneta de Roberts, haciéndolo parecer culpable.

"Supongo que (Harris) estaba obteniendo la máxima venganza: primero preparando el crimen, luego asegurándose de que dejaran a Roberts en la cárcel de por vida. Y luego, ir a sus audiencias de libertad condicional para asegurarse de que permaneciera allí", dijo Justin Brooks, director del Proyecto de Inocencia de California, a The Washington Post. "Es un caso de asesinato clásico, donde tienes un marido, tienes un amante y tienes una mujer muerta. Obviamente, los dos sospechosos en este caso eran el marido y Roberts".

(FOTO) Roberts se reencuentra con su familia.

Tras descubrir la trampa, Roberts, que tenía cadena perpetua, fue liberado y las cámaras registraron el preciso momento en el que salió de prisión y se reencontró con su familia.

Por su parte, el fiscal que juzgó tres veces a Roberts, Brian Sussman, pidió disculpas por su error y aseguró que era la "peor pesadilla de un fiscal". "Pensé que estábamos haciendo lo correcto [...] Lo siento desde lo más profundo de mi corazón. Nunca debería haber ocurrido".

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