Magaly Moro
Mariana (38 años, Cercado de Lima). Señora Magaly, espero pueda tener el tiempo de publicar mi caso en su columna y ofrecerme uno de sus sabios consejos. Voy rumbo a los 40 años y tengo una relación problemática con mi conviviente, Ernesto, con quien llevo ya unos 5 años.
No sé por dónde empezar a explicar mi situación. En un inicio, nuestro vínculo era perfecto y casi no habían discusiones, pero en los últimos años ambos atravesamos una crisis que destruyó nuestro amor por completo. La meta para este 2023 era reconstruir nuestros sentimientos, pero debido a todo lo que atravesamos es cada vez más difícil que confiemos el uno en el otro.
El principal problema entre ambos eran los celos. Admito haber sido muy insegura cuando empezó su trabajo de tiempo completo alejado de nuestro hogar, pero me he esforzado mucho por cambiarlo. Mi dilema es que ahora, a pesar de que estoy superando mi conducta, él ya no me ve igual y siempre asume que estoy intentando discutir por celos.
Me parte el corazón que, luego de tanto esfuerzo y tanto compromiso para ser mejor persona, él no sea capaz de ver mi avance. Cuando me dice “ya vas a empezar otra vez” siento tanto hartazgo de su parte que hasta llego a pensar que me odia. Me he planteado varias veces preguntarle si ya no me ama. No quisiera esforzarme por una persona que ya no siente nada por mí. Me he armado de valor para hablar con él esta semana. ¿Qué le digo, doctora?
OJO al consejo
Estimada Mariana, esto es resultado de la frustración. Tu comportamiento durante tanto tiempo ha mermado el cariño y la confianza de Ernesto por ti. Nada está perdido. Si ambos han acordado luchar por el amor es porque la llama sigue encendida. Te aconsejo mejorar la comunicación con él. Crea un espacio seguro para la solución de problemas. Suerte.